Chiles en nogada de Luz María

Chiles en nogada de Luz María

Los chiles en nogada son una comida típica de México que se come en septiembre, el mes patrio en el cual se celebra la Independencia.

Esta receta me la enseño Luz María Luckie, mi suegra, y la verdad es que es una delicia. Los chiles en nogada representan la bandera de México: lo verde del chile poblano, la blanco de la nogada y lo rojo de la granada.


Ingredientes


Chiles poblanos – 6
Carne molida – 500 g
Cebolla – 1
Ajo – 3 dientes grandes
Tomates – 2 (jitomates en México)
Mezcla de frutos secos – 1 taza
Almendras – 1 taza
Nuez de castilla – 1 taza
Leche evaporada – 1 lata (340 ml)
Media crema – 1 pote (250 ml)
Leche condensada – 4 cucharadas (o lechera en México)
Cilantro o perejil fresco – 4 ramos
Granadas – 2

*Nota: La mezcla de frutos secos es al gusto. A mi me gusta cuando trae arándanos, albaricoques y pasas.
*Otra nota: La nuez de castilla se puede reemplazar por almendras también.

¿Sabías que puedes cultivar los chiles poblanos en Canadá? ¡Aquí la prueba! Esta es la cosecha de mi jardín.


Preparación


Te tardarás una hora en prepararlos y tendrás 6 chiles en nogada.

  1. Para empezar, prepara el picadillo (la mezcla de carne). Pica la cebolla, el ajo y los tomates finitos. Pica también las almendras y los frutos secos. Estos dos últimos ingredientes tienen que quedar en trocitos pequeños, sino será desagradable la textura en la boca (si quieres ganar tiempo como yo los puedes poner en el robot culinario, jajaja). Aunque cuidado si haces eso, porque la idea no es reducirlos en polvo.
  2. En una sartén, vierte un poco de aceite y sofríé la cebolla y el ajo. Agrega el tomate y cocínalo un ratito más. Cuando ya esté soltando bastante jugo, agrega la mezcla de frutos secos y las almendras. Sube tu temperatura a fuego medio y deja que se cocine unos minutos hasta que se empiecen a ablandar las almendras.
  3. Cuando ya esté, agrega la carne molida y revuelve bien. Ajusta la sal, la pimienta y prueba tu picadillo. Debe estar un poco dulzona la carne, aunque no tanto porque sino los chiles en nogada te van a empalagar.
  4. Ahora que tu picadillo está listo, es hora de preparar los chiles poblanos. Vas a tener que sudarlos para quitarles la piel y mejorar su textura. Hay tres maneras de hacer esto.
  5. La primera es poniéndolos en el horno. Pega tus chiles en una bandeja (sin necesidad de aceite o nada así) y ponlos una media hora a 400 °F. Revísalos de vez en cuando. Toda la piel tiene que estar bien negra, quemadita, y en proceso de desprenderse. Es importante quemar bien la piel, porque sino te resultará muy difícil quitársela luego (créeme, te estoy hablando por experiencia). Este es el método más fácil. El segundo método es asándolos directamente sobre la llama de una hornilla de gas. Se agarra por la cola o con pinzas y se queman. Este es el método más rápido. El tercer método es el que menos me gusta. Si no tienes horno o hornilla de gas, puedes usar una sartén y quemar los chiles encima en seco (sin aceite ni nada). Pero es el método más largo y difícil a mi parecer.
  6. Ya que tienes tus chiles bien quemaditos y calientes, tienes que ponerlos a sudar. Para hacer esto, ponlos en una bolsa de plástico cerrada de 10 a 15 minutos. Esto hará que la piel de tus chiles se termine de desprender.
  7. Cuando ya estén, agarra tus chiles uno por uno y quítales la piel debajo del agua. Es importante que uses guantes de plástico para no tener lo picoso del chile en tus dedos (¡no te vayas a tocar los ojos!). Luego ábrelos por la mitad y sácales las semillas y las venas.
  8. Rellena los chiles pelados y desvenados con el picadillo.
  9. ¡Ahora viene lo divertido! Desgranar la granada. ¡Ponte un delantal porque mancha todo de rojo! El truco es picar las dos puntas y ver por donde van las secciones de la fruta. Se pica a la altura de las secciones y se separa fácilmente para desgranar.
  10. Y ahora viene la última etapa: preparar la nogada (la salsa). Antes de todo, tienes que moler las nueces de castilla y reducirlas en polvo. Luego, en una licuadora, mezcla la nuez, la media crema, la leche evaporada y la leche condensada. La nogada debe quedar dulzona y con una consistencia cremosa.
  11. Para la presentación, se ponen los chiles poblanos rellenos con el picadillo en un plato. Se vierte la nogada encima para bañarlos y se decoran con la granada y las ramas de cilantro o perejil fresco.

Te sugiero comer el chile en nogada apenas lo sirvas, para que la carne y el chile estén caliente y contrasten con la frescura de la nogada. Si esperas mucho, se te va a enfriar y será complicado calentarlo por la nogada.

Ojalá disfrutes mucho este plato típico de México. En verdad que vale la pena tomarse el tiempo de prepararlo, ya que son sabores que uno no acostumbra a probar juntos.

Y muchas gracias de nuevo a Luz María Luckie, mi suegra, por compartir su deliciosa receta conmigo.

¡Buen provecho!



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