Macerado de plantas en frío

Macerado de plantas en frío

¿Qué es un macerado? Consiste en dejar reposar partes de una planta en aceite para extraer las propiedades, la fragancia y el sabor. Es posible macerar en caliente cuando estás apurad@, pero esta vez lo haremos en frío porque es un poco menos complicado (y más efectivo).

Los macerados son muy útiles: se usan para hacer bálsamos, ungüentos o para reemplazar el aceite vegetal en ciertos cosméticos. También te permite acercarte a la naturaleza, ya que tendrás que aprender a reconocer y recoger plantas. Cada una tiene diferentes propiedades, por lo que elegirás las que sean relevantes con respecto a lo que estás buscando. Por ejemplo, si buscas algo cicatrizante, usarías la raíz de consuelda.


Material & ingredientes


Pote de vidrio
Aceite orgánico de preferencia (ver nota)
Plantas frescas o secas

* Nota: Es mejor usar aceite orgánico, porque los pesticidas se acumulan en las grasas y no quieres que tu macerado se llene de ellos. Elige un aceite que no se ponga rancio rápidamente y que sea lo más neutro posible. El aceite de girasol orgánico es una excelente opción. Puedes comprarlo en Coop Coco.


Preparación & trucos


Para la cosecha de las plantas, lo ideal es hacerlo por la mañana después de que el rocío se haya evaporado (con los pies descalzos y una cesta a la mano, jajaja). Elige las plantas más bellas para tener un macerado de alta calidad. Queremos evitar las que hayan estado en contacto con pesticidas o las que crezcan en el borde de las carreteras.

Sepa que es posible utilizar plantas frescas para tu macerado. Sin embargo, como contienen agua, favorece el desarrollo de moho. Cuando se usan plantas secas, este problema se elimina.

¿Cómo secar tus plantas? Lo ideal es usar un deshidratador, pero no todos lo tienen en casa. Si no tienes uno, puedes extender tu planta sobre una superficie plana (como una bandeja) lejos de la luz, el polvo y la humedad. Algunas plantas, cuando están a pleno sol, pueden deteriorarse: por lo tanto, es mejor ponerlas a la sombra.

Cuando tus plantas estén bien distribuidas en su superficie, ahora es simplemente cuestión de esperar a que se sequen solas. Algunas se secan más rápido que otras, depende de la variedad y del momento de la cosecha. Por ejemplo, si cosechas en medio de una ola de calor, tardarán más en secarse. Si estás secando raíces, es mejor cortarlas en trozos pequeños o rayarlas. Sin embargo, la superficie expuesta podría oxidarse antes de que sequen completamente, lo cual es menos ideal (pero no fatal). Si quieres secar flores muy pequeñas (como caléndula o lavanda), el polvo es menos une preocupación porque se secarán muy rápidamente.

¿Cómo sabes que tu planta está bien seca? Al frotarla entre tus dedos, deberá desmoronarse (este no es el caso con las raíces que se endurecerán como pequeñas rocas).

Si has cosechado demasiadas plantas y no quieres macerarlas todas, puedes secarlas igual y guardarlas en un frasco de vidrio cerrado. Intenta desmenuzarlas lo menos posible para que conserven su forma original y se conserven mejor. Entre más las desmoronas, más multiplicas el área en contacto con el aire que las deteriora.

Tómate el tiempo para secar bien tus plantas, aún si es largo. Recoger pétalos o raíces es mucho trabajo y tu aceite de calidad te costará más que el aceite barato del super en venta. Por lo tanto, vale la pena ser paciente para evitar el moho y que todo su trabajo sea arruinado.

Cuando tu planta esté bien seca, elige la parte que sea relevante para tu macerado. Por ejemplo, para un macerado de caléndula (antiinflamatorio), usamos los pétalos (no es el fin del mundo si queda un poco de verde). Para un macerado de lavanda (también antiinflamatorio), guardamos las flores. Para un macerado de plantain (antiinfeccioso), guardamos las hojas. Y para un macerado de consuelda (cicatrizante), guardamos la raíz.

Ahora que tienes tu planta seca, aquí te doy las etapas de la preparación del macerado:

  1. Luego llena tu pote de vidrio con tu planta.
  2. Agrega el aceite encima hasta que esté bien cubierto. Idealmente, la planta no debería flotar a la superficie, por lo que puedes hundirla un poco con tus dedos limpios. Coloca la tapa y ciérrala bien para que no entren impurezas.
  3. Guarde tu frasco en un armario lejos de la luz a temperatura ambiente. Olvídalo por seis semanas. También puede ser un poco más, nosotros una vez lo olvidamos siete meses, jajaja.
  4. Cuando haya pasado el tiempo, filtra tu macerado con una tela blanca (el tinte de la ropa oscura podría diluirse con tu aceite). Puedes usar viejas sábanas blancas y limpias. ¡Tuerce bien la tela porque las plantas estarán empapadas en aceite y no queremos enviarlo a la basura!
  5. Lava tu pote de vidrio y vuelve a colocar el aceite extraído dentro. Guárdalo en tu armario y listo, ¡eso es todo!

Ahora puedes usar tu macerado para lo que necesites. Si te gustan los DIY caseros, también puedes hacer mi receta de crema corporal.

Pétalos de caléndula secos



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