Zacatlán de las Manzanas: mosaicos & barbacoa
No se cómo terminamos ahí, pero que bueno que fuimos! Este es uno de mis mejores recuerdos en México.
Este lugar es parte de los conocidos pueblos mágicos de México, un programa de la Secretaría de Turismo que promueve a 121 lugares del país. Para ser designado como tal, los pueblos mágicos deben cumplir con ciertos requisitos y tener atributos simbólicos, historia, leyendas y una pizca de magia.
¿Cómo llegar a Zacatlán?
Zacatlán de las Manzanas se encuentra en el estado de Puebla, cual está al sureste de la Ciudad de México (CDMX). En teoría, llegar a Zacatlán desde la capital se tarda dos horas y media… Pero eso es sin contar el tráfico…
Si quieres salir un viernes en la tarde (como lo hicimos nosotros), pues te recomiendo que no lo hagas. Nosotros arrancamos de la CDMX a las 5h30pm y llegamos a nuestro AirBnb a las 11pm. Nos tardamos el doble de tiempo y nos llevamos un susto en la carretera sola de noche. Es mala idea. No lo hagas. Es mejor viajar de día.
También debo decirte que en el camino se maneja de forma poco convencional. Por ejemplo, hay un carril nada más para cada sentido, lo cual está bien. Pero la gente usa la sección de al lado (el espacio chiquito para pararse en caso de emergencia) como segundo carril. Entonces en dos vías que van en sentido contrario están pasando cuatro carros a la vez. Es bien peligroso.
Ah, y también si vas a manejar, siempre es mejor usar la carretera de cuota. Cuesta más, pero es mucho más segura.
Buscando barbacoa (como siempre)
Cómo nos dormimos tarde el viernes, abrimos los ojitos el sábado apenas a las 9am (aunque yo me desperté antes porque andaba cantando el gallo). Bajamos a la terraza a tomar té, café y a comer pan. La especialidad de Zacatlán de las Manzanas (ademas de las manzanas) es el pan de queso que trae un queso rosa dentro. Es un sabor especial, pero si no me dicen que es queso no me doy cuenta.
Como a las 10am arrancamos para ir a desayunar barbacoa, mi comida favorita en México. Ya se, ya se, es bien tarde para comer barbacoa. Pero en Puebla hay muchos puestos ricos, entonces le pedimos al señor del hotel que nos recomendara un lugar. El dijo que fuéramos al puesto tradicional Barbacoa Saul, pero nos dio la dirección todo mal y nos perdimos.
Regresando hacia Zacatlán, vimos un puesto llamado Barbacoa Trejo’s (me encanta que lo hayan puesto a lo inglés, como Denny’s o Harvey’s). Nos llamo mucho la atención porque habían muchos carros y echamos broma que seguro el señor se llamaba Saul Trejo, jejeje. Que chistoso! Si nos gustó la barbacoa, pero la verdad es que mi favorita sigue siendo la de la CDMX. Eso es porque los de la CDMX lo traen de Actopan, en el estado de Hidalgo, que es de donde viene la barbacoa.
Después de haber comido dos taquitos y un consommé, ya nos fuimos al centro del pueblo de Zacatlán de las Manzanas. Conseguimos un estacionamiento techado porque hacía demasiado calor y a caminar!
El mural más hermoso del planeta
Primero fuimos al mirador de cristal. Es un mirador en el borde del pueblo que da hacia las montañas gigantescas. La vista es muy bonita pero las fotos no le rinden justicia. Es muy fácil de conseguir, porque Zacatlán es un lugar pequeño. Se puede recorrer todo el pueblo caminando.
Subiendo las escaleras del mirador se consigue uno con el mural mosaico MÁS HERMOSO DE ESE PLANETA. La neta, nunca había visto algo así en mi vida. Ni en fotos! Es la pared completa de un panteón (un lugar donde se entierran los muertos) con un diseño de mosaicos que cuenta la historia de Zacatlán de las Manzanas. Mi parte favorita son las piezas de azulejos y de cerámica que resaltan de la pared. Esta simplemente increíble y con la luz del sol brilla super mega hermoso. Una belleza.
Resulta ser que el mosaico se inauguró en el 2016, a raíz de los 300 años del pueblo. Es monumental, siendo una calle completa cubierta de cristales con casi cien metros de largo por tres metros de alto. Me hubiera podido quedar horas detallando todos los diseños.
Relojes antiguos y miles de manzanas
Después caminamos por el pueblo hasta llegar al centro. Vimos un reloj floral super grande que es otra atracción del pueblo. Resulta ser que Zacatlán es muy conocido por sus relojes. Hasta hay el Museo de Relojes Centenarios de Don Alberto Olvera Hernández. Me hizo pensar un poco en el museo del Hermano Pedro en Antigua Guatemala (el museo en donde exponen los calzones del Hermano Pedro). Es el tipo de lugar que fascina aunque sea raro, entonces si se los recomiendo! Vale diez pesos la entrada y es una hora de placer garantizada!
También en la calle hay un show de maniquíes. A mi novio y yo se nos hizo muy creepy, pero parece que es una especialidad del lugar. Creo que tienen que ver con el Museo de Relojes Centenarios de Don Alberto Olvera Hernández (uf!), porque solo salen a ciertas horas.
Total que nos escapamos de la calle de los maniquíes… y resulta que justo ese día era la Feria de la Manzana en Zacatlán de las Manzanas! Fuimos a mediados de agosto, para darte una idea. Fue muy chévere, porque la gente expone sus manzanas para concursos de belleza! Y no las quieren vender porque las manzanas están concursando! Pero una señora igual nos regalo una! Gracias!
Tengo que confesarte que a mi ya no me gustan tanto las manzanas, porque donde crecí las cultivábamos y me comía demasiadas. Pero como estaba en Zacatlán de las Manzanas, obvio probé algunas y me gustaron mucho!
El mejor mole de México
Después ya era hora de comer de nuevo! Resulta que en Zacatlán de las Manzanas también se encuentra el restaurant de La casa de la Abuela. Este lugar se ha ganado el concurso del mejor mole poblano en México. Por si no sabías, el mole es una salsa hecha a base de chiles, nueces, especies, cebolla, ajo, tomate… y chocolate! Es picante y dulce a la vez, a mi me encanta. Existen varios tipos de mole. Por ejemplo, el mole del estado de Oaxaca es muy diferente al mole de Puebla.
Pero como dicen que en Puebla está el mejor mole de México, pues se puede decir que comimos el mejor mole del país en «La casa de la Abuela». Pero la verdad es que lo mejor de este lugar no era el mole poblano, no! Era el mole encacahuatado! QUE GRAN DELICIA, MADRE MÍA!!! Una de las mejores cosas que he probado en mi vida!!! Obviamente es a base de cacahuates, pero es igual de dulzón y picante que el mole regular.
De regreso a la CDMX
Ya con la barriga llena, caminamos de vuelta al carro para ir a un lugar fuera del pueblo llamado el valle de las piedras encimadas. Voy a escribir un artículo sobre este valle cuando me de chance, pero básicamente es un parque con piedras que la naturaleza encimó de formas muy especiales. El sitio está al final de una carretera de 10km y es muy bonito y tranquilo. Ahí nos quedamos dormidos una media hora, 100% se los recomiendo, jajaja. Tiene un ambiente muy mágico y no hay mucha gente. Son de esos lugares que uno quisiera que se queden escondidos para siempre.
Después de tanto paseo, ya era hora de regresarnos a la CDMX! Nos echamos las 2h30 que se supone que dura el trayecto y llegamos a la capital cuando estaba ya anocheciendo. Fue curioso, porque en camino vimos un lugar llamada Nopaltepec, lo cual significa en náhuatl «el cerro de los nopales». En efecto, ahí habían campos y campos de nopales.
Total que fue un roadtrip increíble. Super si les recomiendo visitar Zacatlán de las Manzanas. Es mi pueblo mágico favorito de todo México y, si llegan a ir, les recomiendo que prueben el mole encacahuatado!
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