La Yunsada: celebración ritual del Perú
Hoy te platico de una tradición peruana muy especial que se celebra en carnavales: la Yunsada. Consiste en decorar un árbol con regalos, bailar alrededor y tumbarlo en parejas. ¡Te cuento mis dos experiencias!
La primera vez que fui a una Yunsada, fue en el pueblo de Echarati con la familia de mi tío. Tengo entendido que la fecha no es fija y que varios grupos las organizan. A veces son los municipios y a veces grupos. Pero bueno, como es en época de carnavales en febrero, supongo que ya por esas fechas tienes que ir buscándole si quieres asistir a una.
¿Que es la Yunsada?
La tradición de la Yunsada es una celebración ritual que hay en todo Perú. Sin embargo, está más presente en el área del departamento de Cusco, ya que se dice que su origen remonta a las épocas de los Nazcas y de los Incas. También se dice que el árbol representa el hombre y la tierra la mujer, lo cual iría con la cosmovisión andina de Pachamama (la deidad de la fertilidad).
Para celebrar la Yunsada, primero se debe de erigir un árbol. Se cuelgan varios regalos en las ramas, como bolsos, botes, globos, telas y más. Luego llegan parejas con ropa tradicional y bailan en círculo alrededor del árbol. Eventualmente, cada pareja agarra una hacha y va cortando el tronco. Cuando se cae, todos corren a agarrar los regalos y los que lo hacen caer son los que tienen que organizar la Yunsada al año siguiente. También suelen repartir chicha en el evento.
En algunos lugares del Perú, hay que saber que está prohibido hacer Yunsadas. Es que han habido casos de personas que murieron cuando se cae el árbol…
La Yunsada de Echarati
La primera Yunsada a la que fui fue en el pueblo de Echarati, que se encuentra en el departamento de Cusco. ¡La organizaba el municipio y me encantó! ¡El ambiente era muy feliz, con niños corriendo por todos lados, lanzando agua y espuma, jajaja! Hasta le tiraban agua a las parejas que estaban bailando alrededor del árbol. ¡Que alegre! El evento empezó a las 5h30pm y terminó como a las 7h30pm. Repartieron chicha de maíz, que rico! Yo siento que la chicha sabe un poco a limonada, es muy refrescante. Y la gente es muy amable, me la pasé genial con la familia de mi tío que me recibieron de lo mejor.
La Yunsada de Apurímac
La segunda Yunsada a la que fui no era nada como la de Echarati. Era más chiquita, ya que la organizaban las personas originarias del departamento de Apurímac que viven ahora en la ciudad de Quillabamba. La mamá Adelma, quien me recibía de su casa, venía de ahí entonces fuimos.
Llegamos a las 4pm y apenas estaban arreglando todo. Fue fino, porque pude ver todo el proceso de como hacen el hueco, cuelgan los regalos al árbol y lo enderezan. Todas las mujeres estaban vestidas con sus trajes típicos de Apurímac y son diferentes de una región a la otra. Comimos un caldo de gallina que traía unas papas «morayas» o «chuños», que son papas deshidratadas. El papá Roberto (esposo de la mamá Adelma) me explicó que estas papas se congelan en los nevados de noche y se exponen al sol intenso de día. Luego, se ponen en el agua corriente del río por un mes y se les hace un secado final. Tiene una textura muy particular, como granulosa y pastosa. Era comida de los Incas. También lo era la carne deshidratada, el «charqui», que era picada finita con sal y secada al sol. Estas eran técnicas de conservación de los Incas.
Ya cuando enderezaron el árbol, la mamá Adelma cantó canciones típicas con música en vivo y fue muy bonito verla. Al caer la noche, empezaron a bailar en pareja alrededor del árbol y a dar golpes con la hacha. Se supone que cada persona da tres golpes. «Sach’ata kumpankaku» como dicen en quechua: van a tumbar el árbol!
En eso me jaló un señor para bailar alrededor del árbol y me puso su sombrero en la cabeza. Primero no quería ir, ¡porque se supone que los que tumban el árbol tienen que organizar y pagar la Yunsada del año siguiente, jajaja! Pero luego la mamá Adelma me dijo que ya habían decidido entre ellos quien lo tumbaría y que no iba a ser Wilson, el señor que me sacó. Entonces fue muy cómico, porque después de un rato bailando nos cansamos y decidimos tomar una pausa. Y a la segunda vuelta, ¡se rompió la hacha, entonces tuvimos que tomar otra pausa, jajaja! Por fin a la tercera vuelta, ya cuando repararon la hacha, ¡lograron tumbar el árbol!
Yo en total le di tres veces, fue muy especial. Como me dijeron, «¡son costumbres de la tierra, hay que participar!». Cuando se cayó, corrimos todos a buscar los regalos. Es un poco como una piñata, pero en versión árbol. Luego repartieron carne y papas para comer y tocaron un poco más de música en vivo.
Aprovechar el momento presente
Me siento muy afortunada de haber podido vivir esta experiencia, porque al día siguiente declararon la cuarentena por el coronavirus en Perú y a las dos semanas me había regresado a Canadá debido a la pandemia. Como cambian rápido las cosas, por eso hay que aprovecharlas cuando nos llegan.
Pero ya saben… Si están en Perú en épocas de carnavales, ¡abran los ojos bien para conseguir una Yunsada! Es una celebración ritual realmente especial.