Cómo hacer retrato de estilo realista

Cómo hacer retrato de estilo realista

Dediqué dos años de mi vida al arte cuando hice mi DEC en Artes Visuales en el Cégep de Sherbrooke. Así que aprendí una o dos cosas sobre el retrato de estilo realista.


Material recomendado


Por supuesto, puedes comenzar con papel y un lápiz (no hay que volverse loco con el material). La idea aquí es que el arte sea accesible. Estas recomendaciones son personales y reflejan lo que me gusta usar después de haber probado muchas marcas.

  • Lápices de plomo. Uso cuatro marcas diferentes: Omer DeSerres, Steadtler Mars Lumograph, Derwent y Koh-I-Noor Hardtmuth Toison d’or 1900. Pero obvio también puedes usar el lápiz que se te olvidó en el cajón de tu cocina. Si compras lápices por pieza, te recomiendo que comiences con un 2H, un 2B y un 4B. La «H» se refiere a minas pálidas (siendo 9 la más clara) y la «B» se refiere a minas oscuras (siendo 9 la más oscura). Los lápices HB que usaste en la escuela son, por lo tanto, neutrales.
  • Carbones. Me gustan los que usaba en el Cégep de marca Daler-Rowney.
  • Borrador. El que está en tu estuche de lápices estará bien.
  • Sacapuntas. Me encanta mi sacapuntas Lyra de dos huecos. Funciona perfectamente para lápices de diferentes tamaños.
  • Papeles. ¡Hay una variedad infinita! Para empezar, te recomiendo un papel grueso, ya que probablemente borrarás mucho. Si dibujas con mina, evita el papel Newsprint que es muy delgado (por otro lado, con carbón funcionará bien). A veces compro cuadernos Fabriano para dibujar, funcionan muy bien.
  • Esfumino. Es muy útil para hacer sombras, lo que hace que el dibujo se vea 100 veces más realista. Escuché que podíamos fabricarlos, pero no he probado hacerlos. No recomiendo ninguna marca en particular.
  • Color. Si deseas agregar color a su dibujo, puede hacerlo de varias maneras. Con lápiz de madera de color, pasteles, tinta … Para lápices de madera, uso los de Faber-Castell. Para los lápices de pasteles, uso la marca Conté à Paris y, para la tinta, me encanta la marca Winsor & Newton (¡tienen un excelente servicio!). Por supuesto, comenzar el retrato directamente con el color puede ser difícil. Por lo tanto, te recomiendo que comiences con mina y luego integres gradualmente el color en tu práctica. Si haces tu dibujo en carboncillo, puede ser más difícil ponerle color ya que hay muchas zonas de negro (pero puedes intentar con pasteles). Cuando estés más acostumbrada, puedes ir directamente con el color y dejar de usar el carbón y el plomo.

En general, puedes encontrar todo este material en cualquier tienda de arte y artesanía. Personalmente, me gusta ir a Madame Pickwick en Sherbrooke. Es local y es lindo.

También mencionar que ninguna de estas marcas me patrocina para recomendarlas. Estas son mis preferencias después de varios años de dibujo.

Mi material para dibujar
Varios ejemplos de papeles


Ejercicio de iniciación


Si nunca has hecho un retrato, te recomiendo empezar con este ejercicio. Para mí, fue una revelación y fue entonces cuando me di cuenta de que podía hacer realismo. Nos hacen hacer esto en Artes Visuales en nuestras primeras lecciones de dibujo.

Pero primero, la regla de oro: 90% del tiempo en su sujeto, 10% en el papel.

¿Qué significa? Básicamente, a menudo dibujamos lo que creemos que vemos, en lugar de lo que realmente vemos. Por ejemplo, en la vida real, un ojo nunca es redondo. Siempre es un poco ovalado. Incluso una pupila nunca es completamente redonda. Es pasando el 90% de tu tiempo mirando tu sujeto que comenzarás a ver todos estos detalles. Y el secreto del realismo está precisamente en estos detalles.

Entonces, el ejercicio es el siguiente: encuentra una imagen de un personaje hecho de líneas simples (como la que te muestro a continuación) e imprímelo. Ponlo en la mesa en la parte superior de tu hoja blanca y gira tu imagen de referencia para que quede al revés. Luego, dibuja lo que ves.

Básicamente, la idea es dibujar la imagen de referencia al revés. Vas a ver, realmente te obligará a pasar el 90% del tiempo mirando tu dibujo. Esto se debe a que habrás perdido todas tus referencias al cuerpo humano y te encontrarás dibujando las líneas sin verle la forma del cuerpo.

Cuando termines, pon tu foto del buen lado. Y allí, ¡sorpresa! Verás que realmente se parece mucho a tu imagen de referencia. La idea de este ejercicio es practicar la regla de oro del 90/10. Pruébalo, ¡te sorprenderá el resultado!

La imagen de referencia que usaron en mi clase de dibujo


Colocar las sombras


Para empezar tu retrato, escoge una imagen de referencia. Puedes imprimirla o tenerla en su cell (te recomiendo la primera opción). Asegúrate de no tener una imagen demasiado grande, porque entre más grande más difícil va a ser. ¡Ahora es hora de dibujar!

Para comenzar, tienes dos opciones: mina o carbón. No te recomiendo que mezcles los dos (no me gusta mucho el efecto que tiene). Si nunca has hecho un retrato, te recomiendo usar mina: tendrás más control sobre tus líneas.

Muchas personas optan por copiar el dibujo de referencia primero. Pones tu foto debajo de tu hoja blanca y dibujas los contornos del rostro (con lápices H si dibujas con mina). Como la cabeza, la forma de la nariz, los ojos, los labios, las orejas. Como yo dibujo mucho con papeles gruesos, no podemos ver a través de ellos así que hago las líneas al ojo. Pero si eres un principiante, copiar los contornos podrá ayudarte a no desanimarte.

Cuando ya tienes tus líneas de contorno, sigue sombreando la cara. Observa bien dónde están las sombras de tu imagen de referencia y reprodúcelas en tu dibujo. Por lo general, esto será en los lados de la cara, la parte inferior de los ojos, el contorno de la nariz y la parte superior de la barbilla. Puedes usar un esfumino si tienes uno o puedes tomar tu dedo para estirar el grafito o el carbón en tu papel. Si está demasiado pálido, te recomiendo que tomes otra hoja, la llenes de color y pases tu dedo / esfumino sobre esta mancha para tener gris.

El secreto del retrato, es la práctica. Y eso, no hay forma de contornarlo.


Colocar los detalles


Cuando hayas colocado tus sombras, primero traza los detalles de los ojos. A partir de aquí tienes que experimentar con los H y los B en el plomo. Esto es lo que dará más fuerza a tu dibujo. En los retratos, evitamos usar demasiadas líneas negras (a menos que hagamos un claroscuro), porque sino se ve caricatural y te alejarás del realismo. Un truco es siempre degradar tus tonos. Hay que hacer que los trazos del lápiz sean lo menos evidentes posible. Puedes usar el esfumino para difuminar tus líneas y que no se perciba la línea. Cuando miras una foto, ¿ves líneas como en una caricatura? No! Las líneas de la cara son muy suaves. Tienes que apuntar a eso para tu dibujo.

Cuando tus ojos tengan forma, continúa con la nariz. Siempre me han resultado un poco difíciles, las narices. Esto se debe a que están en grandes áreas de color blanco, y cuanto menos detalles hay en un área de la cara, más difícil es dibujarla. Es por eso que generalmente comenzamos con los ojos.

Luego sigue la boca. ¡Ten cuidado con tus dientes! Si la persona de tu referencia tiene la boca abierta, debes evitar a toda costa poner demasiadas masas oscuras en los dientes. De lo contrario, se verán como dientes podridos. Tómalo con calma y prioriza las masas de blanco.

Una vez que dibujaste los ojos, la nariz y la boca, puedes trabajar en los otros detalles de la cara. No olvides: siempre pasa el 90% de tu tiempo mirando tu referencia, y solo el 10% de tu tiempo dibujando en el papel. Cuando la cara sea de tu agrado, traza los detalles del cuello y la parte superior de los hombros.

Uf! Cuando llegues allí, quizás estés harta de ver tu dibujo. Tómate un descanso. Dibujar es agotador. ¡Mi profesor de arte siempre lo decía!

A la izquierda tienes un dibujo de mina y a la derecha de carbón.


Después de tu pausa


Cuando ya tengas ganas de seguir, prepárate para la parte más laboriosa del dibujo. El cabello. Fue dibujando cabello que empecé a pensar que sería bueno si todos fueran calvos. ¡Es tanto trabajo! Debes evitar hacer muchas líneas rectas, porque no hay un solo pelo que realmente se vea así. Y después de todo el trabajo que le habrás puesto a tu dibujo, no es el momento de desecharlo. Entonces tómalo con paciencia y asegúrate de mirar las líneas de tu imagen de referencia.

Personalmente, rara vez termino dibujando los cabellos. Diría que un buen 80% de mis dibujos permanecen sin ellos, jajaja.

Cuando hayas terminado todo esto, te recomiendo que no mires tu dibujo por un día completo. A veces, cuando pasas demasiado tiempo mirando algo, terminas sin ver sus fallas. Este es el caso de muchas cosas en la vida, incluyendo el dibujo.

Cuando termine el día de espera, verás a tu dibujo con una nueva mirada. Ahora es el momento de rectificar las líneas chuecas y tomar el tiempo para perfeccionarlo. Si deseas agregarle color, ahora es el momento de hacerlo. Hazlo de lo más claro a lo más oscuro para controlar adecuadamente tus tonos.

¡Listo! Espero que te haya gustado dibujar. ¡Recuerda la regla de oro y practica mucho, mucho, mucho! Nadie nace sabiendo pintar un retrato. ¡Se aprende, como un poco todo en la vida!

Si la historia del arte te interesa, también puedes leer mi artículo sobre mis obras favoritas y porque me fascinan.

Bocetos de pastel sin minas
Otro bosquejo en colores pastel


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *