Café frappé con infusión fría
Esta receta es divina para refrescarse un día caliente.
Usaremos un método llamado infusión fría, que realmente da un sabor más suave (menos ácido) a la bebida.
Ingredientes
Café molido – 1/2 taza
Agua – 2 tazas
Leche – 1 1/2 tazas
Azúcar – 1/4 taza
Hielo – 5 cubitos
*Nota: No es necesario usar café molido fino. Si quieres hacer más (o menos), básicamente la proporción es 1/4 de taza de café molido por taza de agua.
Preparación
Tienes que empezarlo un día antes (para la infusión en frío) y te dará alrededor de 4 tazas de café frappé.
- En una jarra de vidrio, mezcla el café molido con el agua.
- Pon una tapa y deja que todo repose en la refri durante 12 a 24 horas (siempre lo ponemos 24 horas porque se nos olvida que está ahí, jajaja). Cuanto más lo dejes, más pronunciado será el sabor del café.
- Cuando haya pasado el tiempo, filtra tu café. Idealmente, usarías un filtro de café en papel o una tela (como sábanas viejas pero limpias). Si usas un colador regular, los granos molidos se pasarán y la textura de tu concentrado no será tan agradable. No debes apretar el filtro o la tela con tus dedos para extraer todo el líquido (como lo haríamos con el té, por ejemplo). Simplemente vierte tu infusión sobre tu filtro y espera a que gotee. Como diría mi padrino Orlando, ¡hay que dejar que las cosas fluyan!
- Como resultado, tendrás un buen concentrado que se puede guardar hasta dos semanas en el refri.
- En una licuadora, pon tus dos tazas de concentrado con el hielo, la leche y el azúcar. Te di proporciones más arriba, pero obvio esta parte realmente es al gusto. Ve probando y midiendo los sabores.
Cuando todo esté bien mezclado, ¡es hora de servir tu frappé y refrescarte! Para más bebidas frías, puedes probar el té frío de frambuesas.
¡Eso es todo! ¡Feliz verano!